Estas fechas de final de año significan cenas y para los postres no hay una mejor opción que un fruitcake, o pan de frutas.
Este pan es típico de las épocas decembrinas, con orígenes en la antigua Roma, ahí se hacía una masa a la que se le agregaban piñones, pasas y granada. Es en la edad media cuando se le empieza a llamar fruitcake o pastel de frutas, elaborándose con miel, especias y frutas en conserva.
Siglos después el fruitcake fue prohibido porque se consideraba ostentoso (por lo caro que era producirlo) así que se restringió su consumo a grandes fiestas como Navidad.
A pesar de esta prohibición el postre siguió en el gusto popular hasta hoy día donde es común encontrarlo y hacerlo.
Aquí te compartimos la receta para un fruitcake para aproximadamente ocho personas.
400 grs de mantequilla
1 1/2 latas de leche condensada
9 huevos
2 barras de chocolate amargo para repostería
4 1/2 tazas de harina tamizada
4 cucharadas de levadura
1 kilo de frutas escarchadas picadas
1/2 kilo de nuez picada
1/2 taza de pasas
1 cucharadita de nuez moscada en polvo
1 cucharadita de clavo en polvo
1 1/2 taza de leche
1 taza de ron
Coloca en un bol la mantequilla y con tu batidora para panadería, mézclala hasta que esté a punto de pomada. Agrega la leche condensada y los huevos uno a uno, sin dejar de batir.
Por otro lado, derrite el chocolate a baño maría sin removerlo para que conserve su brillo, y se espera a que este frío antes de agregarse a la mezcla anterior junto con la harina y la levadura. Ambas cosas tamizadas previamente, las frutas, la nuez, las pasas, las especies y la leche.
Vierte esta mezcla sobre un molde previamente engrasado y enharinado, y hornéalo durante 10 minutos a una temperatura de 250 grados Celsius (ºC). Cuando hayan pasado esos minutos, se baja la temperatura a 200ºC y se hornea de 30 a 40 minutos más.
Cuando este hecho el pastel, se desmolda y se baña con el ron. Se decora con frutas escarchadas, cerezas, pasas o la fruta de tu preferencia.
Las frutas y frutos secos se enharinan antes de unirlos a la masa. Esto se hace para que a la hora de cocinar el pastel en el horno se queden repartidas por toda la masa y no caigan al fondo.
Para comprobar que el panqué está listo, puedes introducir en su interior un palillo o cuchillo, y si al sacarlo está seco y limpio, significa que está listo.
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