El pan forma parte del grupo de alimentos que han constituido la base de la alimentación de la mayoría de las familias mexicanas, esto se debe a sus características nutritivas, su moderado precio y a lo fácil que resulta muchas veces su elaboración, lamentablemente, en los últimos meses la industria panificadora en México a reportado una caída en el consumo, tal como lo muestra la nota de La Jornada.
El consumo de pan registra una "drástica caída " en México, aseveró Jonas Murillo González, director de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa). Señaló que México es el quinto país del continente americano donde más pan se consume, sólo superado por Chile, Argentina, Estados Unidos y Ecuador.
La caída en el consumo de productos de trigo es la mayor que se ha registrado entre diversos grupos de alimentos desde 1994 y hasta 2014, de acuerdo con datos de la OCDE y la FAO, según la Canainpa. El aumento se atribuye a los ingresos de la población, mayor urbanización y cambios en hábitos alimenticios que deriva en que las personas incrementen su consumo de proteínas, grasas y azúcar.
Para el dirigente de Canainpa los datos anteriores demuestran que consumir pan, tanto bolillo como de dulce, no contribuye a la obesidad de la población.
“El pan es un alimento básico dentro del grupo de los cereales en una dieta sana y equilibrada, ya que es rico en fibra, proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales. El consumo per cápita anual actual es de 33.5 kilogramos, de los cuales entre 70 y 75% corresponde a pan blanco y el restante 25 o 30% es pan dulce, galletas y pasteles”, destacó.
El gasto promedio por consumo de pan dulce en los últimos 20 años, dijo, disminuyó al pasar de mil 250 pesos a 786 pesos por año. Por su parte, el gasto promedio de pan blanco se redujo de 773 a 362 pesos, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH). El bolillo y la concha son los panes más populares y consumidos en el país.
El consumo garantizará que el sector mantenga más de 1.5 millones de empleos, de los cuales 460 mil son directos y un millón 200 mil indirectos en las panaderías artesanales y las panificadoras industrializadas, añadió.
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Pese a esta caída, la calidad de los productos, así como la variedad debe ser fundamental para quienes cuentan con un negocio de panadería, pues de esta manera, los que ya son clientes seguirán consumiendo y los aún no lo son podrían llegar a serlo.
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