Poco a poco, el clásico postre estadounidense ha ido ganando terreno en México, hasta llegar a convertirse en uno de los favoritos y más solicitados.
Además, es muy sencillo de elaborar y muy versátil, ya que se puede hacer con frutas de temporada y decorar con chocolate, nueces, mermelada y demás.
☝🏻 Sin embargo, si no se hacen adecuadamente, los cheesecakes son propensos a quebrarse y desmoronarse.
Si ese es tu caso, en el siguiente video te compartimos 10 recomendaciones que te servirán para lograr el pastel perfecto:
1. Ajusta tu horno a una buena temperatura
Esto evitará muchos problemas relacionados con la temperatura y asegurará que tu cheesecake no salga muy blando, quemado, seco o agrietado. Asimismo, es importante que lo dejes enfríar dentro del horno antes de meterlo al refrigerador.
2. Prepara bien tu recipiente
Es un poco complicado extraer un cheesecake de su envase, por lo que la preparación del recipiente es clave. No olvides colocar papel de hornear al fondo del envase y engrasar ligeramente las paredes con mantequilla para evitar que tu cheesecake se pegue.
3. Utiliza un procesador de comida
Es indispensable usar uno, aunque también puedes triturar las galletas en una bolsa de plástico con un rodillo. Es muy importante hacerlo, pues así tu corteza será más fina y pareja.
4. Utiliza ingredientes a temperatura ambiente
Ingredientes como el huevo y la nata deben estar a una buena temperatura para que la mezcla de tu postre se bata fácilmente y no tengas problemas al incorporar aire. Esto es crucial para un cheesecake ligero y esponjoso.
5. Utiliza tu batidora velocidad baja
Aquello te ayudará a detenerte cuando la mezcla sea suave y cremosa. De esta manera, evitarás añadir aire a la preparación, ya que durante la cocción se crean burbujas de aire que subirán a la superficie, provocando que la tarta se agriete al enfriarse.
6. Asegúrate que no queden grumos en la masa
Toma en cuenta que no se eliminarán solos en el horno, así que para que todo quede bien integrado, es importante que el queso esté también a temperatura ambiente a la hora de batirlo.
7. No te saltes el baño maría
Cocinar tu cheesecake a baño maría permite que el agua absorba el calor y tu postre se hornee mejor, lo que le dará mayor suavidad.
8. Recuerda que un poco de bamboleo está bien
El centro de un cheesecake es como cocinar huevos revueltos, ya que el calor sobrante terminará de cocinar esa parte después de extraerlo del horno. Por ello, no te debes preocupar si la parte de en medio tiembla ligeramente.
9. Añade los ingredientes extra al final
Para un cheesecake que tenga otros ingredientes, como chocolate, frutos y demás, añádelos justo antes de hornear, para evitar que se hundan.
10. Calienta tu cuchillo en agua caliente
Hazlo antes de cortar las rebanadas para que realices un corte limpio. No sólo ayudará a no batir tu cheesecake, sino que le dará una mejor presentación a tu producto.
👉🏻 Pon en práctica estos consejos y nota los resultados rápidamente. Seguro que tu próximo cheesecake queda perfecto por dentro y por fuera.
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