Hornear pasteles es un verdadero arte: los ingredientes, la textura, su estética, sabor y hasta la impresión que aumenta la grandeza en las pupilas de la gente es el sello de un buen pastel. Todos esos elementos deben estar en perfecta sincronía, sobre todo si quieres que tu producto se quede en la mente de tus clientes por días, meses... ¡años!
Algunos errores pueden derivarse de cuestiones obvias: estás cambiando tus hornos para panadería o aún no calculas bien una receta. Aquí te vamos a explicar los problemas frecuentes al hornear un pastel; toma nota y descubre cómo solucionarlos.
1. Sale muy seco
Esto suele deberse a los ingredientes o el horno. Verifica que estés utilizando la suficiente cantidad de ingredientes húmedos, como los huevos. Asimismo, no uses los ingredientes secos en exceso, ya que pueden absorber la humedad. Por otro lado, no olvides utilizar un reloj con alarma para que no dejes tus pasteles mucho tiempo en el horno.
Algo que puede ayudarte es tener un horno con reloj integrado, pues estos –en ocasiones– cuentan con una alarma sonora para que el horno se detenga justo cuando ha pasado el tiempo de horneado que le asignaste previamente.
2. Le falta cocción
Si tu pastel está crudo en el centro, a pesar de que lo horneaste el tiempo que indicaba la receta, puede que tu horno estuviera muy frío. Un horno para panadería que cuente con termómetro integrado es un gran apoyo para evitar este problema.
3. Mezcla partida
Cuando la mantequilla y el azúcar han sido batidos por demasiado tiempo y parece que la mezcla se va a partir, es momento de dejar de batir y añadir los ingredientes secos.
4. Se hunde
Si tu pastel está crudo en el centro, cocínalo durante unos minutos más. Si no se esponja, puede que haya un problema con uno de los agentes que lo elevan. ¡No entres en pánico! La cobertura ayudará a disimular un poco esta situación.
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5. Se pega en el molde
Si tu pastel se queda pegado en el molde, deja que se enfríe por media hora, aproximadamente. Esto evitará que se parta cuando lo intentes sacar. Luego, pasa un cuchillo en la orilla para aflojarlo un poco y da la vuelta colocando una rejilla para atrapar el pan.
Te pasamos un tip: puedes utilizar papel papiro para evitar que esto suceda en otras ocasiones
6. Se desborda la mezcla
Es recomendable que no llenes más de dos terceras partes tus moldes; esto para dejar espacio a que el pan se levante. Si tu mezcla se está desbordando, puede que haya mucha mezcla o que el molde sea muy pequeño para la receta. Experimenta con varios tamaños y asegúrate de cumplir con la regla de 2/3 antes de meter a hornear.
7. Se quema
Si tu pastel se ha quemado más allá de cualquier salvación, no debes seguir trabajando en él, ya que sabrá muy mal. Si puedes salvarlo, utiliza un cuchillo serrado para eliminar cualquier parte quemada. Usa tu cobertura para disimular esas partes.
8. Se agrieta de arriba
Cuando un pastel se agrieta en la parte superior, significa que se ha elevado muy rápido. Esto puede haberse dado porque la temperatura del horno es muy elevada o bien, porque había mucha levadura u otro agente. Una vez más, un horno con termómetro es la medida de prevención idónea para hornear pasteles y cheesecakes perfectos.
9. Salen bordes crujientes o grasosos
Esto usualmente pasa cuando se ha embarrado demasiada mantequilla en los alrededores del pastel para evitar que se pegue al molde. Esto tiene un efecto de freír el pan cuando la mantequilla se derrite y puede causar que resulte con textura crujiente o grasosa en los bordes.
10. Resulta muy pesado
Si tu pastel está muy denso o muy pesado, pero sí se cocinó por dentro, significa que no lo batiste lo suficiente. Batir es muy importante, ya que incorporas aire al pan y así se vuelve más ligero y esponjoso. Otro motivo podría ser que no utilizaste suficientes agentes para levantar el pan.
Cuando se trata de hacer pasteles, los detalles son muy importantes y fáciles de olvidar. En Europan tenemos los mejores hornos para panadería que te ayudarán a lograr la textura perfecta para tus productos. ¡Conócelos!